Una visión del riesgo residencial frente al Covid-19 en los hogares mexicanos con personas mayores, 2020

 

 

RESUMEN

Este artículo busca contribuir al análisis del riesgo residencial de contagio por el virus SARS-CoV-2 en hogares con personas mayores, por entidad federativa, considerando tres dimensiones: corresidencia, características de la vivienda y la probabilidad de que las personas que integran el hogar no puedan trabajar desde casa.

Introducción

La tendencia de contagios y muertes debidas a la pandemia ocasionada por Covid-19 constata que ciertos grupos poblacionales enfrentan mayores riesgos: hombres, personas con comorbilidades, personas mayores (de 60 años y más) y quienes teniendo trabajo no lo pueden realizar desde casa. El tamaño y estructura de los hogares, la relación con algunas características de la vivienda y la inserción laboral de sus integrantes conforman, en conjunto, una mirada sociodemográfica para analizar posibles pautas de contagio. Mediante un ejercicio de simulación, Boertien, et al. (2021) estimaron que en México, aproximadamente 66% de las defunciones de personas mayores estarían relacionadas con contagios en su propio hogar. Así, el objetivo de este artículo es medir el riesgo de que el Covid-19 se presente en los hogares donde viven personas mayores, analizando aspectos de la dinámica y condiciones de sus hogares y viviendas.1 La principal fuente de información es el Censo de Población y Vivienda, 2020.

Envejecimiento y Covid-19 en las entidades federativas

El cuadro 1, presenta la heterogeneidad en los niveles de envejecimiento a nivel estatal y las tasas de mortalidad por Covid-19 (defunciones por 100 mil habitantes). La Ciudad de México (16.2%) y el estado de Veracruz (14.4%) son las entidades que registran la proporción más elevada de personas mayores; en contraparte están Chiapas (9.2%) y Quintana Roo (7.1%), con las más bajas. Al analizar los hogares con personas mayores, en 31.4% se registra al menos una; 12 entidades tienen un porcentaje superior al nacional. Con respecto a defunciones por Covid-19, aproximadamente seis de cada diez corresponden a personas mayores. Referente a este grupo etario, en todas las entidades, los hombres registraron tasas de mortalidad más altas que las mujeres; no obstante, las diferencias estatales por sexo indican algunos patrones geográficos. Para ambos sexos, los/as residentes en Baja California y Sonora (zona noroeste) tuvieron las tasas más altas comparadas con las de Chiapas y Oaxaca (sur).

Cuadro 1. México. Población de 60 años y más, número de hogares con personas mayores y tasa de mortalidad por Covid-19 en personas mayores, según entidad federativa, 2020

* La referencia es la población censada a partir del cuestionario básico del Censo 2020.
**La referencia son los hogares estimados a partir del cuestionario ampliado del Censo 2020.
***La tasa de mortalidad por Covid-19 corresponde al cociente entre el número de defunciones de personas mayores de 60 años y más durante 2020, sobre la población estimada a mitad del mismo año para cada entidad federativa, con base en las proyecciones de población de México y sus entidades federativas en 2020, multiplicado por 100 mil personas. Las entidades federativas se organizan de mayor a menor de acuerdo con la tasa de mortalidad por Covid-19 general.
Fuente: estimaciones propias con base en el cuestionario básico y ampliado del Censo de Población y Vivienda, 2020, Inegi; Dirección General de Epidemiología, Secretaría de Salud (2020); Proyecciones de la población de México y de las entidades federativas, 2016-2050 (Consejo Nacional de Población, 2018).

Dimensiones del riesgo residencial

La primera dimensión del riesgo cuantifica el porcentaje de hogares con personas mayores, según su convivencia en hogares unipersonales o en pareja, sin otras personas que les acompañen. Módenes et al., (2020) suponen que en hogares con menos integrantes, las personas mayores presentan menor riesgo de contagio comparadas con quienes residen en hogares extensos. El mapa 1 muestra que en la totalidad de las entidades federativas, más de la mitad de los hogares con personas mayores presentan riesgo asociado a la corresidencia, si bien, el porcentaje de personas mayores viviendo solas se ha incrementado. Este indicador se encuentra alejado de la autonomía reflejada en países europeos (Naciones Unidas, 2005).

Una segunda dimensión del riesgo asocia la no disponibilidad del servicio de agua entubada o residir en condiciones de hacinamiento (más de dos personas por cuarto dormitorio), situaciones que impedirían el desarrollo de medidas indispensables, como lo es el lavado de manos y el aislamiento de personas contagiadas. Las mediciones de la desigualdad socioeconómica a nivel territorial sitúan a los estados de Chiapas y Guerrero como los que registran los porcentajes más altos de hogares con personas mayores sin acceso a agua potable o con hacinamiento (50.4% y 47.7%. respectivamente), muy distantes de estados como Coahuila (15.7%) y Colima (14.9%).

El tercer indicador involucra la posibilidad, o no, de que las personas que habitan en hogares con personas mayores puedan realizar sus actividades laborales desde casa.2 El menor riesgo de contagio implica que la mayoría, o todos los miembros económicamente activos del hogar, puedan trabajar de manera remota.3 Las estimaciones indican que Chiapas (57.9%) y Puebla (56.4%) registran el mayor porcentaje de hogares con personas mayores en condiciones de riesgo laboral, mientras que Nuevo León, la Ciudad de México y Coahuila son los estados  en donde menos de la mitad de los hogares identifican este riesgo. Las ocupaciones propias de actividades terciarias de alta calificación (científicos, técnicos, financieros y otros) son relativamente importantes en mercados de trabajo de las grandes urbes del país; en contraste, en el centro y sur del país, comerciantes, manufactureros o trabajadores agropecuarios participan en mayor medida. Según mediciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, 2021) estas últimas ocupaciones tienen bajas probabilidades de realizarse desde casa.

El índice de riesgo residencial sintetiza los indicadores de corresidencia, vivienda y trabajo (anexo 1), 55% de los hogares con integrantes mayores presentan alta vulnerabilidad (aproximadamente seis millones). A nivel estatal, y con excepción de Baja California Sur, las entidades del centro y sur del país concentran, en general, porcentajes elevados de hogares con riesgo residencial; este comportamiento territorial es afín con los resultados de Ortiz-Hernández y Pérez-Sastré (2020), quienes agregan que la posición económica, la condición étnica y el uso de servicios de salud públicos son factores que provocan mayor riesgo de presentar formas severas de Covid-19.

Mapa 1. México. Indicadores de riesgo específico y global de los hogares con personas mayores ante Covid-19*

*El mapa 1 presenta, únicamente para fines ilustrativos, los porcentajes relacionados con las categorías que representan mayor riesgo. El cuadro presentado en el anexo 2 ofrece la desagregación de los resultados.
Fuente: estimaciones propias con base en la muestra del cuestionario ampliado del Censo de Población y Vivienda, 2020, Inegi.

Mortalidad por Covid-19 e indicadores de riesgo residencial

En los apartados previos se observaron agrupaciones de entidades referidas a la mortalidad en personas mayores y el riesgo residencial en los hogares de interés frente al Covid-19. En términos generales y para ambos análisis, las entidades con mayor o menor riesgo difieren, una situación que dificulta establecer asociaciones directas entre sí; resalta el caso de Quintana Roo, entidad que tiene una elevada mortalidad de personas mayores y un alto porcentaje de hogares en riesgo durante 2020.

Los indicadores asociados al índice de riesgo constituyen un primer acercamiento para contrastar las cifras de mortalidad y contagio por Covid-19 en las entidades. Para futuras investigaciones se deberán considerar variables que afecten de manera directa las relaciones estudiadas, o fuentes de información que permitan identificar el número de personas por grupo de edad contagiadas, o fallecidas, al interior de cada hogar seleccionado para medir el riesgo residencial. A priori y sin llegar a hallazgos concluyentes, se ajustó una regresión lineal4 para explicar la tasa de mortalidad total del cuadro 1, de acuerdo con las categorías de mayor riesgo en los tres indicadores. Como variable de control se consideró, para cada entidad, el porcentaje de hogares con personas mayores. Los supuestos, el grado de explicación del modelo y la significancia de cada variable posicionaron al porcentaje de hogares no unipersonales como un buen predictor de la mortalidad por Covid-19 a nivel de las entidades federativas. Para profundizar en variables contextuales, el siguiente apartado analiza la situación socioeconómica de los hogares identificados con altos niveles de riesgo.

Características de los hogares con personas mayores de mayor riesgo residencial

En el cuadro 2 se observa que, en cuanto a fuentes de ingresos, los hogares con personas mayores con riesgo residencial elevado de Oaxaca, Chiapas y Guerrero registran la mediana de ingresos laborales más baja del país;  ahí, los ingresos derivados de pensiones o jubilaciones tienen poca cobertura; de ahí que la seguridad económica de las personas mayores dependa de otras fuentes, tales como los programas de gobierno.5 El indicador asociado a la población afiliada a una institución de salud muestra que, en su mayoría, los integrantes de los hogares con personas mayores en riesgo, ubicados en el centro y sur del país, se atienden en los servicios médicos del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). El porcentaje de hogares sin acceso a internet indica que parte de los hogares en riesgo tienen dificultades de comunicación, una situación que impediría que personas insertas en ocupaciones que requieran estar conectadas a internet, puedan realizar sus funciones laborales desde casa. Finalmente, el indicador relacionado con alimentación, muestra que la mayoría de los hogares en riesgo no padecieron falta de alimentos en los tres meses anteriores al levantamiento del Censo. Sin embargo, llaman la atención los casos de y Oaxaca (17.2%) y Tabasco (25.9%).

Cuadro 2. México. Situación socioeconómica de los hogares con personas mayores en riesgo residencial alto, 2020

Nota. En enero de 2020, entró en funciones el Insabi como órgano descentralizado de la Secretaría de Salud. Sin embargo, la categoría incluye también a la población que declaró estar afiliada al Seguro Popular, dado que en el censo la misma opción de respuesta contenía a ambas.
Fuente: estimaciones propias con base en la muestra del cuestionario ampliado del Censo de Población y Vivienda, 2020, Inegi.

Consideraciones finales

Los hogares con personas mayores presentan un riesgo derivado de su propia composición y de su relación con personas que no pueden trabajar desde casa. En algunas entidades, la carencia de servicios de agua o el hacinamiento impiden desarrollar medidas sanitarias. Por lo tanto, contemplar los hogares de personas mayores que se encuentran en riesgo es una acción fundamental para la toma de decisiones de políticas públicas que promuevan la protección y focalización de acciones para quienes más lo necesitan. Las políticas de confinamiento son muy efectivas para reducir la propagación de la enfermedad; en México, sin embargo, las altas tasas de informalidad y la fuerte dependencia de los ingresos por trabajo dificultan confinar a quienes carecen del espacio o de los servicios necesarios, o que necesitan desarrollar actividades productivas fuera de casa para poder subsistir.

La Cepal (2021) advierte que la pandemia limitará la inserción a los mercados de trabajo brindando pocas oportunidades a grupos en condición de vulnerabilidad, una situación que agudizará las desigualdades. Hemos expuesto aquí elementos descriptivos sobre la intensidad de las defunciones por Covid-19 y el riesgo residencial en las entidades, pero será muy importante profundizar en el análisis de las relaciones que identifiquen cuáles son los indicadores de riesgo asociados a los hogares con personas mayores, que permitirían predecir de manera directa las cifras de contagios y/o muertes observadas en la pandemia, ello a partir de perspectivas asociadas con patrones nutricionales, epidemiológicos y económicos.

Notas

1 Este trabajo se fundamenta en los indicadores y en el índice de riesgo residencial para las personas mayores en Argentina, Colombia y España propuestos por Módenes, et al. (2020). Sin embargo, nuestra unidad de observación no son las personas mayores sino los hogares censales con al menos una persona mayor (Inegi, 2021). Se considera importante contemplar los arreglos residenciales en conjunto debido a la relevancia de la interacción entre distintas generaciones para garantizar la seguridad económica y el bienestar de los integrantes de los hogares (Naciones Unidas, 2005).

2 La variable de ocupaciones que está disponible en el Censo de Población y Vivienda 2020 esta codificada a tres dígitos según el catálogo del Sistema Nacional de Clasificación de las Ocupaciones (Sinco), 2019. Los artículos previos sobre las probabilidades de realizar trabajo en casa contemplan las ocupaciones a cuatro dígitos, permitiendo mayor precisión en la asignación de las probabilidades. Esta diferencia en la codificación obliga a reajustar las escalas de asignación de los niveles de riesgo dado que: i) algunos hogares con alto riesgo podrían categorizarse en niveles moderados; ii) los niveles moderados y bajos presentan baja representatividad estadística según la muestra del cuestionario ampliado. Así, por cada integrante del hogar que reportó estar ocupado/a se le asignó una probabilidad de realizar trabajo desde casa de acuerdo con su ocupación; se estimó el promedio de probabilidades de los/as integrantes ocupados/as y se categorizó el resultado: hogares con valores iguales a 1, o bien hogares sin integrantes económicamente activos tienen un nivel de riesgo laboral nulo; hogares con probabilidades superiores a 0.5 presentan un nivel de riesgo bajo y hogares con probabilidades inferiores o iguales a 0.5 tienen riesgo laboral alto. Conapo (2021) estimó estos indicadores de riesgo residencial con base en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2018 (proceso que permitió mayor precisión de la dimensión laboral). La presentación se puede consultar en: https://www.gob.mx/conapo/documentos/riesgo-de-los-hogares-con-personas-mayores-frente-a-la-covid-19-en-mexico

3 Para el indicador de riesgo laboral se tomó como referencia el trabajo de Monroy-Gómez-Franco (2020), investigación que homologa las ocupaciones susceptibles de ser realizadas a distancia según el cuestionario sobre contexto laboral de ocupaciones en Estados Unidos con el Catálogo Nacional de Clasificación de las Ocupaciones disponible para México. Los/as autores/as agradecen al Dr. Luis Monroy-Gómez-Franco por compartir, para el caso mexicano, la corrida de programación y las tablas de las ocupaciones susceptibles de realizarse desde casa.

4 El modelo de regresión ajustado fue de corte transversal con las 32 entidades federativas. La verificación de los supuestos y los resultados se presentan en el anexo 3.

5 Se presentan las fuentes de ingreso que proporcionan indicadores con precisiones estadísticas confiables para las entidades.

Referencias

Boertien, D., J. M. Aburto, I. Permanyer, A. López-Gay, A. Esteve (2021), “La influencia de los hogares en la propagación de Covid-19 a través de una simulación”, Coyuntura Demográfica, Vol. 19, pp. 95–101, disponible en: https://coyunturademografica.somede.org/wp-content/uploads/2021/04/Boertien-et-al_CD19.pdf

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2021), Panorama Social de América Latina, 2020. Marzo 2021, disponible en: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/46687?locale-attribute=es 

Consejo Nacional de Población (Conapo) (2018), Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050, Consejo Nacional de Población, disponible en: https://datos.gob.mx/busca/dataset/proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-y-de-las-entidades-federativas-2016-2050

Consejo Nacional de Población (Conapo) (2021), Riesgo de los hogares con personas mayores frente a la COVID-19 en México. Coordinación de Estudios Sociodemográficos  y Prospectiva, disponible en: https://www.gob.mx/conapo/documentos/riesgo-de-los-hogares-con-personas-mayores-frente-a-la-covid-19-en-mexico

Dirección General de Epidemiología (dge) (2020), Sitio oficial COVID-19 México. Dirección General de Epidemiología. Gobierno de México. Disponible en: https://covid19.sinave.gob.mx/, consulta: 23 de marzo de 2020.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) (2021), Censo de Población y Vivienda 2020: Marco conceptual, disponible en: https://doi.org/10.2307/j.ctv18dvt6g.6

Módenes, J.A., M. Marcos y D. M. García (2020), “Covid-19: ¿la vivienda protege a los mayores en América Latina? Argentina y Colombia comparadas con España”. Perspectives Demogràfiques, 1–4, disponible en: https://doi.org/10.46710/ced.pd.esp.20

Monroy-Gómez Franco, L.A. (2020), “¿Quién puede trabajar desde casa? Evidencia desde México. Documento de trabajo núm. 06/2020 Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), disponible en: https://ceey.org.mx/wp-content/uploads/2020/05/06-Monroy-G%C3%B3mez-Franco-2020.pdf

Naciones Unidas (2005), “Living arrangements of older persons around the world”. Population (English Edition), disponible en: https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/pdf/ageing/covernote.pdf

Ortiz-Hernández L., y M.A.Pérez Sastré (2020), “Inequidades sociales en la progresión de la COVID-19 en población mexicana”. Revista Panam Salud Publica; 44, Sept. 2020. Disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/52680

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* Luis Felipe Jiménez Chaves / ** María de la Cruz Muradás Troitiño

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