Prevalencia de discapacidad en México, 2014 y 2018

 

Resumen

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) de 2018, la prevalencia de discapacidad aumentó respecto de 2014, concentrándose principalmente en las mujeres, en el medio rural y en las limitaciones relacionadas tanto con la motricidad como con la edad avanzada.

Los demógrafos han esperado con sumo interés los resultados de la Enadid 2018, dado que iba a ser posible observar en ella la evolución de las variables demográficas más importantes. Otro de los grandes aportes de esa misma Encuesta, digna de destacar, es que desde 2014 incorpora una batería de preguntas sobre el tema de discapacidad, que se apega en mayor medida a las recomendaciones internacionales del Grupo de Washington (gw)1, particularmente por incorporar el grado de dificultad en cada una de las actividades en las que incursiona.

El objetivo de este artículo es exponer, con base en la Enadid, cómo ha evolucionado en México la población con discapacidad en 2014 y 2018, toda vez que el país transita por un proceso de envejecimiento de su población, lo cual vuelve muy probable un aumento en la prevalencia de discapacidad, dadas las mayores dificultades que los adultos mayores enfrentan para realizar sus actividades (Cárdenas, 2010; Cárdenas, 2011; Ham, 2010).

En la Enadid 2014 y 2018, la identificación de la discapacidad se obtiene al indagar sobre la dificultad para realizar actividades tales como: 1) caminar y subir o bajar usando sus propias piernas; 2) ver (aun con lentes); 3) mover o usar brazos y manos; 4) aprender, recordar o concentrarse; 5) escuchar (aun con aparato auditivo); 6) bañarse, vestirse o comer; 7) hablar o comunicarse (entender o ser entendido por otros), y 8) problemas emocionales o mentales. La dificultad de cada una de tales actividades se mide a través de la escala siguiente: a) no tiene dificultad, b) lo hace con poca dificultad, c) lo hace con mucha dificultad y c) no puede hacer la actividad. De este modo, una persona con discapacidad se define como aquella que reporta mucha dificultad o es incapaz de realizar al menos una de las ocho actividades mencionadas.

Los resultados de 2018 muestran que para entonces había alrededor de 7.9 millones de personas con discapacidad, mientras que en 2014 se habían registrado aproximadamente 7.2 millones; la cifra de 2018 representa un crecimiento de 2.3% anual. Al compararla con el incremento de la población de 60 años o más, se observa que esta última crece a un ritmo de 4.2% anual, al pasar de 13.1 a 15.4 millones de personas de 60 años o más. Tales resultados indican un mayor crecimiento de la población adulta mayor respecto de la población con discapacidad (véase la gráfica 1).

Gráfica 1. Población con discapacidad y población de 60 años o más, según su variación porcentual anual, 2014 y 2018 (millones de personas)

Fuente: elaboración propia con base en Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 2014 y 2018.

Por otro lado, el cuadro 1 ofrece la prevalencia de discapacidad relacionada con diferentes variables demográficas a fin de identificar los cambios que se presentan en el periodo. Así, en 2018 se estima una prevalencia de discapacidad2 de 6.3%, cuando en 2014 esa prevalencia era de 5.99%, un aumento que resulta ser estadísticamente significativo según la prueba estadística.3

En cuanto a las diferencias por sexo, se observa una mayor prevalencia de discapacidad en las mujeres al compararse con los hombres, además de que se registra un aumento estadísticamente significativo en la prevalencia en ellas. Algo similar ocurre por tipo de localidad, la prevalencia de discapacidad en el ámbito rural es más alta que en el medio urbano, y también se evidencia un aumento estadísticamente significativo en la prevalencia en el ámbito rural.

Respecto a los grupos de edad, se muestra en primera instancia que existe una clara relación entre la edad y la discapacidad pudiéndose afirmar, por ende, que a más edad mayor la prevalencia de discapacidad. Por ejemplo, en 2018, en los menores de 15 años la prevalencia no llega ni a dos de cada 100 niños, mientras que en el grupo de edad de 75 años o más representa 43 de cada 100 adultos mayores. Algo que debe destacarse es que ninguno de los grupos de edad experimentó un crecimiento en el periodo 2014-2018.

Cuadro 1. Prevalencia con discapacidad según variables demográficas y estimación de la prueba z para identificación de la significancia estadística, 2014 y 2018

* Se concluye que el cambio es significativo al tener un nivel de significancia menor a 0.025.
Fuente: elaboración propia con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 2014 y 2018.

Ahora bien, la estrategia mediante la cual el gw identifica a la población con discapacidad es a través de actividades cotidianas, desde la limitación que presentan las personas para realizarlas; de ahí que el concepto se conozca como limitaciones en la actividad, que es la categoría formal que emplea la CIF (oms, 2001) como marco conceptual en que se basa el gw para sus recomendaciones. En este sentido, las preguntas que proponen buscan identificar a la población que se encuentra en riesgo de ver restringida su participación en la esfera social debido a sus limitaciones para realizar actividades de la vida diaria (Naciones Unidas, 2007).

Con esta aclaración, el cuadro 2 ofrece las prevalencias para cada tipo de limitación observándose, en primera instancia, que las personas que manifestaron mucha dificultad o impedimento para caminar, subir o bajar usando sus piernas representaban la prevalencia más alta en 2014 y 2018, seguida en importancia por las dificultades para ver (aun con lentes); después figuran las personas con dificultades para escuchar (aun con audífono), las limitaciones para aprender, recordar o concentrarse, las dificultades para hablar o concentrarse y, al final, las personas con dificultades para bañarse, vestirse o comer.

Cuadro 2. Prevalencia con discapacidad según tipo y origen de la limitación, y estimación de la prueba z para identificar la significancia estadística, 2014 y 2018

* Estas preguntas no corresponden a las recomendaciones del gw; es el Inegi el que las incorpora.
** Categorías elaboradas para agrupar aquellos casos donde hay dos o más limitaciones.
*** Se concluye que el cambio es significativo al tener un nivel de significancia menor a 0.025.
Fuente: elaboración propia con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 y 2018.

Por tipo de limitación, las que presentan un aumento estadísticamente significativo en el periodo son: caminar, subir o bajar usando sus piernas, al pasar de 1.35% a 1.51% y mover o usar brazos o manos que pasó de 0.15% a 0.18%.

Continuando con el cuadro 2, la segunda parte corresponde al origen de la limitación; destacan ahí, en importancia, las originadas por enfermedad y edad avanzada, siguiendo las adquiridas desde el nacimiento, los accidentes, otras y las originadas por violencia. En cuanto al origen de la discapacidad, la única prevalencia que resultó estadísticamente significativa fue la originada por edad avanzada, que pasó de 0.94 a 1.03%.

Por otro lado, se requiere saber qué está pasando con la dinámica de la discapacidad en su conjunto, importando conocer qué sucede en términos de calendario. Dada la observación de aumento en la intensidad, lo siguiente es preguntarse en qué momento aparece la discapacidad.

 Si bien se ignora el momento en que la discapacidad se adquiere –al no disponerse de tal información–, es posible conocer la estructura por edad de la población con discapacidad, ante lo cual es factible suponer que, si hay diferencias entre 2014 y 2018, es probable que un cambio en la edad propicie el inicio de esta condición. Los resultados indican que la edad mediana en 2014 fue de 58 años, mientras en 2018 fue de 59 años; el promedio de edad indica un aumento de 54.1 a 55.6 años en este periodo, siendo esta diferencia significativa.

Otra alternativa es poner a prueba un método indirecto como el utilizado en el cálculo de la edad media al primer matrimonio o smam (Singulate Mean Age at Marriage) (véase el anexo en la versión electrónica), para hacer una aproximación a la edad media en que se adquiere la discapacidad (emd), con lo cual, más que contar con una medida precisa, se puede tener una idea del calendario; es decir, si la discapacidad se presenta antes o después en el periodo observado (Reyes, 2012).

Una vez estimada la emd, los resultados indican que no se registró cambio en ella pues al calcularla para el grupo de edad de 0 a 80 años resultó en 61.4 años, tanto para 2014 como para 2018.

Por lo anterior, puede concluirse que si bien la prevalencia de discapacidad aumentó en este periodo a un ritmo menor al del proceso de envejecimiento, también es cierto que los cambios observados están vinculados con dicho proceso dado el aumento en la discapacidad en las mujeres, quienes tienen una mayor esperanza de vida; también debe considerarse un crecimiento en el ámbito rural, además de que las limitaciones con cambios fueron las relacionadas con caminar, subir o bajar usando sus piernas y con mover o usar brazos y manos, sin olvidar que respecto al origen de la limitación, la edad avanzada fue la única que se incrementó en este periodo.

Aunque en términos de calendario los resultados no permiten hacer grandes inferencias, la población con discapacidad de 2018 es apenas mayor que la de 2014. El método indirecto para estimar la emd no registra cambios en el periodo.

Para finalizar, es ciertamente positivo disponer de una fuente de información que incluya el tema de discapacidad relacionado con el grado de dificultad. Con todo, toca ahora evaluarla y apegarse en la mayor medida posible a las recomendaciones del gw, pues existen todavía dos dominios, señalados en el cuadro 2, que no forman parte de las recomendaciones internacionales y de los cuales se podría, eventualmente, prescindir para que la captación de este tema fuera menos complicada.  Asimismo, se sugiere incorporar el grado de dificultad en las fuentes de información que ya cuentan con un espacio para el efecto, como es el caso de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, o el mismo cuestionario ampliado del Censo de población. Una recomendación adicional es hacer pruebas alternando la pregunta del origen de la discapacidad con otras como la edad en que se inicia la discapacidad o la necesidad de ayudas técnicas, entre otras.

Notas

1 El Grupo de Washington forma parte de la Comisión de Estadística del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. Se creó en 2001 en el marco del Seminario Internacional sobre la Medición de la Discapacidad, con la finalidad de promover y coordinar la cooperación internacional en la generación de estadísticas de discapacidad para censos y encuestas basado en la Clasificación Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y la Salud (cif) (Naciones Unidas, 2007).

2 La prevalencia de discapacidad indica el número registrado de personas con discapacidad respecto de la población total. Es diferente de la incidencia de discapacidad que se refiere a los casos nuevos de discapacidad registrados respecto a una población en un determinado tiempo.

3 Se basa en el valor p, probabilidad que mide la evidencia en contra de la hipótesis nula (en este caso, la proporción observada en la Enadid 2014 es igual a la proporción observada en la Enadid 2018). Un valor p pequeño proporciona evidencia en contra de la hipótesis nula (valor p ≤ α: indica que la diferencia entre las medias es estadísticamente significativa, por lo que se rechaza la hipótesis nula). Para calcular el valor p se emplea el valor Z, el cual es un estadístico de prueba para las pruebas Z que mide la diferencia entre un estadístico observado y su parámetro hipotético de población en unidades de error estándar. Para una prueba de dos colas, si el valor absoluto del valor Z es mayor que el valor crítico se rechaza la hipótesis nula.

Referencias

Cárdenas, R. (2010), “Desafíos de la atención a la salud”, en García B. y M. Ordorica (Coords.), Los grandes problemas de México. Vol. I, Población. México, El Colegio de México, pp. 105-136.

Cárdenas, R. (2011), ”Discapacidad: características, necesidades y perspectivas”, Coyuntura Demográfica, Núm. 1, pp. 43-46.

Ham, R. (2010), “Envejecimiento demográfico”, en García, B. y M. Ordorica (Coords.), Los grandes problemas de México. Vol. I Población. México, El Colegio de México, pp. 53-78.

Naciones Unidas (2007), Informe del Grupo de Washington sobre estadísticas de la discapacidad (E/CN.3/2007/4), 38.º período de sesiones de la Comisión de Estadística, 27 de febrero al 2 de marzo de 2007. Disponible en: https://digitallibrary.un.org/record/590189 .

Organización Mundial de la Salud (2001), Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (cif). Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imerso), Madrid.

Reyes, J. (2012), Tendencias en los niveles de discapacidad en México 2000-2010 (tesis de maestría). El Colegio de México, México.

United Nations (2019), Singulate Mean Age at Marriage. Population Division. Marriage (sitio en línea). Consultado en: https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/dataset/marriage/age-marriage.asp

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Jorge Reyes Manzano

Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM | <a href="mailto:reymanz@gmail.com ">reymanz@gmail.com </a>