Lactancia en México: obstáculos para su práctica y sus implicaciones para la política pública

 

Resumen

La leche materna es el alimento ideal para los neonatos, aunque algunos factores pueden obstaculizar que constituya la dieta desde el nacimiento. Este trabajo explora la asociación estadística entre algunas variables sociodemográficas y la práctica de una lactancia materna exclusiva durante, cuando menos los primeros seis meses de vida.

La leche materna es el alimento ideal para un recién nacido. Su balance nutricional y la modificación de sus contenidos al avanzar el crecimiento del neonato hacen que sea la mejor opción para la dieta al inicio de la vida. El análisis del efecto sobre la salud infantil de la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida muestra una reducción del riesgo de padecer infecciones de los tractos respiratorios inferior y superior y del digestivo (Duijts et al., 2010). Además, estudios llevados a cabo en países desarrollados han identificado que la práctica logra una disminución en el riesgo de padecer otitis media aguda, dermatitis atópica, asma, obesidad, diabetes tipos 1 y 2, leucemia en la infancia, síndrome de muerte súbita y enterocolitis necrosante (Ip et al., 2007). Ejercitar la lactancia conlleva también un beneficio para la salud de las mujeres. Los análisis muestran un menor riesgo de desarrollar cánceres de seno u ovario, o diabetes tipo 2 (Chowdhury et al., 2015; Ip et al., 2007). Por otro lado, puede presentarse un incremento en la posibilidad de padecer depresión materna posparto ante la interrupción temprana de la lactancia o su ausencia total (Ip et al., 2007).

Dadas las repercusiones que sobre la salud del neonato y su madre tiene la práctica de la lactancia, y considerando también la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (oms, 2019) en torno a sostenerla de manera exclusiva al menos durante los primeros seis meses de vida, el objetivo de este trabajo es estudiar el conjunto de variables sociodemográficas que distinguen el establecimiento de un patrón de lactancia exclusiva que persista al menos los primeros seis meses de vida del neonato, en contraste con uno que combine la utilización de sucedáneos de la leche materna, o que incorpore otros alimentos en esta primera etapa de vida. Los resultados obtenidos permitirán reconocer los aspectos a incorporar en una política pública orientada a promover el establecimiento de la lactancia exclusiva por el lapso mínimo de seis meses, que reconozca los obstáculos que encaran las mujeres al intentar hacer coincidir, por ejemplo, la crianza de un recién nacido con la continuidad o inicio de la vida laboral.

Los datos empleados en este estudio provienen de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, Enadid 2018 (Inegi, 2019). Para el análisis se consideró a las mujeres que al momento de la encuesta tuvieran un hijo de entre 1 y 5 años de edad y que hubieran lactado por seis meses o más o no hubieran lactado. Se excluyeron a aquellas que: i) aún se encontraban lactando dado el interés por cuantificar la duración de la lactancia; ii) no especificaron la duración de la lactancia, o iii) reportaron una lactancia de menos de un día. Utilizando la declaración respecto a la alimentación temprana se construyeron tres tipos de lactancia: a) lactancia materna exclusiva (lme), que corresponde a haber alimentado al neonato durante al menos seis meses sólo con leche materna, añadiendo únicamente agua o tés; b) lactancia materna y sucedáneo (lmys)  si las mujeres reportaban haber combinado leche materna y fórmula, leches en polvo o de vaca, agua o tés, sin haber proporcionado otros alimentos; y c) lactancia con sucedáneo y otros alimentos (lsya) teniendo como base fórmula láctea pero añadiendo alimentos como jugo, caldo, papilla o puré, atole, cereal, tortilla, pan o huevo, así como agua o tés (cuadro A.1 en el anexo electrónico).

El cuadro 1 presenta los diferenciales para un conjunto de variables sociodemográficas y de la atención a la salud y los tres tipos de lactancia definidos en este análisis. Los datos manifiestan que, considerando el grupo de edad para el periodo de los seis primeros meses de vida, esencialmente la mitad de las mujeres, excepto las de 30 a 34 años, practican la lme, y que el grupo de 20 a 24 años es el que con mayor frecuencia adopta este patrón; en menor número optan por uno de lactancia mixta con sucedáneo y otros alimentos. Se observa, asimismo, que tanto las más jóvenes (15 a 19 años), como las de 35 años o más, son las que con mayor asiduidad siguen el patrón mixto de sucedáneo y alimentos (alrededor de una de cada cinco).

Cuadro 1. Distribución de las mujeres de 15 a 49 años con un hijo sobreviviente de entre 1 y 5 años, según tipo de lactancia durante los primeros seis meses, 20181/

1/ Se excluyen a las mujeres que no especificaron la duración de la lactancia y las que reportaron tener menos de un día de lactancia, y las que aún estaban lactando al momento de la encuesta. Si la duración de la lactancia fue de días, se consideró como de menos de un mes.
2/ Para detalles de cómo se construye este indicador, véase el anexo electrónico.
3/ Incluye imss, imss-Prospera/Oportunidad, issste, issste Estatal, Petróleos Mexicanos, Secretarías de la Defensa y de Marina.
4/ Incluye consultorio, clínica y hospital privado y consultorio de una farmacia.
5/ Se excluyen a las mujeres que no tuvieron atención prenatal durante el embarazo.
Fuente: elaboración propia con base en la Enadid 2018.

Respecto al estado conyugal, estar en unión establece una diferencia, especialmente al disminuir los casos de mujeres unidas con lsya. Las mujeres hablantes de lengua indígena son las que registran los mayores niveles de lme, con 61.3%. Mientras tanto, las mujeres con mayor escolaridad adoptan en menor medida la lme (49.0%), y quienes tienen menor escolaridad combinan la leche materna y sucedáneo (26.6%). De igual manera, las mujeres que forman parte del cuartil con mejores condiciones socieconómicas (45.8%) son las que en menor medida establecen una lme; y las que integran el cuartil con mayores desventajas socioeconómicas son las que más a menudo adoptan ese tipo de lactancia (55.7%). La lme se registra con menor intensidad en las zonas urbanas (48.8%) al igual que entre quienes demandaron servicios privados de atención prenatal (43.6%). Haber recibido información acerca de la lactancia materna durante las consultas prenatales aumenta su adopción de manera exclusiva (51.7%) y reduce el establecimiento de un patrón de sucedáneo y otros alimentos (15.6%). Iniciar la atención prenatal de manera tardía (48.7%) y que el parto haya sido atendido mediante cesárea (45.6%), o se haya presentado prematuramente (41.2%), reducen la frecuencia con la cual se práctica la lme. Los datos indican que la intensidad de seguir una pauta de este tipo de lactancia aumenta conforme se tienen más hijos, pasando de 44.2% a 55.2% entre el primer hijo y el tercero.

Buscando identificar cuáles son las características de la mujer y de las atenciones prenatal y del parto que se relacionan con el tipo de lactancia adoptada, se llevó a cabo un análisis de correspondencias múltiples (acm), que es una técnica descriptiva del análisis multivariado; mediante una gráfica, este análisis permite distinguir la asociación existente entre variables categóricas, aunque no posibilita identificar cuál o cuáles son las que determinan en mayor magnitud dicha asociación (Greenacre, 2007). La gráfica 1 muestra los resultados del acm. La primera dimensión agrupa al mayor porcentaje de varianza explicada (73.2%); la segunda contribuye el 5.5%. Las características sociodemográficas de las mujeres son las que más contribuyen a la primera dimensión, mientras que la mayor participación a la segunda dimensión corresponde a variables que describen la atención prenatal y la del parto (cuadro 2).

Cuadro 2. México. Proporción de la distribución de la inercia del análisis de correspondencias múltiples1/, 2018 2/

1/ Se tomó como variable suplementaria la edad al nacimiento del hijo.
2/ Se excluyen a las mujeres que no especificaron la duración de la lactancia y las que reportaron tener menos de un día de lactancia, así como las que aún estaban lactando al momento de la encuesta. Si la duración de la lactancia fue de días, se consideró como de menos de un mes.
3/ Para detalles de cómo se construye este indicador, véase el anexo electrónico.
4/ Incluye imss, imss-Prospera/Oportunidad, issste, issste Estatal, Petróleos Mexicanos, Secretarías de la Defensa y de Marina.
5/ Incluye consultorio, clínica y hospital privado y consultorio de una farmacia.
6/ Se excluyen a las mujeres que no tuvieron atención prenatal durante el embarazo.
Fuente: elaboración propia con base en la Enadid 2018.

En la gráfica 1 se observa que la lme (cuadrante I) se encuentra opuesta a la lsya (cuadrante III) y que, adicionalmente, la distancia entre ambas es amplia, lo que implica que los conjuntos de características de las mujeres que se relacionan con cada tipo de lactancia difieren entre sí. Al considerar la distancia entre las características analizadas, con referencia únicamente al primer eje de la dimensión, se identifica que la lme se relaciona principalmente con el hecho de que la mujer no trabaje, que su nivel socioeconómico sea bajo, especialmente con el segundo cuartil, y que su edad sea menor a 25 años. En contraste, la lactancia con leche materna y sucedáneo se asocia con que la mujer trabaje o resida en una zona urbana, mientras la lactancia con sucedáneo y otros alimentos se asocia con no hablar lengua indígena.

Cabe señalar que las características que se relacionan con el uso de sucedáneos en los dos tipos de lactancia (lmys y lsya) son un mejor nivel socioeconómico, principalmente cuartil 3, y el hecho de que las mujeres tengan 35 años de edad o más (gráfica 1 y cuadro A.2 del anexo electrónico). El examen de la dimensión 2 pone de manifiesto que la lme se asocia con partos vaginales y que la atención prenatal haya sido demandada a instituciones de la Secretaría de Salud. A su vez, la lactancia con sucedáneo y otros alimentos se vincula con que el parto haya ocurrido mediante cesárea, que la atención prenatal haya tenido lugar en instituciones privadas, que haya sido el primer hijo y que la atención prenatal haya iniciado después del primer trimestre de la gestación (gráfica 1 y cuadro A.3 del anexo electrónico). Que durante la atención prenatal la mujer haya recibido información de cómo amamantar, que el parto no haya sido prematuro, haber iniciado la atención prenatal durante el primer trimestre de la gestación y que el hijo cuyo caso se estudia haya sido el segundo o el tercero propicia la lactancia materna exclusiva o la lactancia materna con sucedáneo (gráfica 1 y cuadro A.3 del anexo electrónico).

El impacto de la lactancia sobre la salud tanto de la mujer como del neonato subraya la importancia de que existan mecanismos de política pública eficaces que propicien la adopción de esquemas de lactancia exclusiva y su persistencia durante los primeros seis meses de vida. Los resultados de este análisis permiten distinguir varias áreas de acción para este propósito. Los más sobresalientes se refieren a la condición laboral de la mujer, al inicio temprano de la atención prenatal, al otorgamiento de información sobre lactancia durante tal periodo, y al efecto negativo que pueden estar ejerciendo tanto los servicios privados durante las atenciones prenatal y del parto, así como la práctica de cesáreas. Por otra parte, en un esquema integral de apoyo a la adopción de la lactancia materna y su adherencia durante los primeros seis meses del posparto, es fundamental considerar que el nacimiento prematuro, y el hecho de  que la mujer o el neonato hayan estado enfermos, son causas que, desde una perspectiva  médica, pueden explicar el no seguimiento de una lactancia materna exclusiva y que reducir su efecto requiere examinar detalladamente la calidad de la atención prenatal y la obstétrica a fin de reducir la incidencia de estas problemáticas en el inicio o continuidad de la lactancia exclusiva.

Gráfica 1. Resultados del análisis de correspondencia múltiple para tres tipos de patrones de lactancia y características sociodemográficas y de la atención prenatal y parto, 2018

1/ Se excluyen a las mujeres que no especificaron la duración de la lactancia y las que reportaron tener menos de un día de lactancia, así como las que aún estaban lactando al momento de la encuesta. Si la duración de la lactancia fue de días se consideró como de menos de un mes.
2/ Para detalles de cómo se construye, ver el anexo electrónico.
3/ Se excluyen a las mujeres que no tuvieron atención prenatal durante el embarazo.
4/ Incluye imss, imss-Prospera/Oportunidad, issste, issste Estatal, Petróleos Mexicanos, Secretarías de la Defensa y de Marina.
5/ Incluye consultorio, clínica y hospital privado, y consultorio de una farmacia.
6/ Se tomó como variable suplementaria la edad al nacimiento del hijo.
Fuente: elaboración propia con base en la Enadid 2018.

Referencias

Chowdhury, R., B. Sinha, M. J. Sankar, S. Taneja, N. Bhandari, N. Rollins, R. Bahl y J. Martines (2015), “Breastfeeding and maternal health outcomes: A systematic review and meta-analysis”. Acta Paediatrica, Vol. 104, Núm. S467, pp. 96-113.

Duijts, L., V. W. Jaddoe, A. Hofman y H. A. Moll (2010), “Prolonged and exclusive breastfeeding reduces the risk of infectious diseases in infancy”, Pediatrics, Vol. 126, Núm.1, pp.18-25.

Greenacre, M. (2007), Correspondence analysis in practice, Boca Raton, Chapman & Hall/CRC Interdisciplinary Statistics Series.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) (2019), Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018. Disponible en https://www.inegi.org.mx/programas/enadid/2018/ .Consultada el 1 agosto de 2019.

Ip, S., Chung, M., Raman, G., Chew, P., Magula, N., DeVine, D., Trikalinos, T. y J. Lau (2017), “Breastfeeding and maternal and infant health outcomes in developed countries”, Evidence Report/Technology Assessment (Full Rep), Núm. 153, pp.  186.

Organización Mundial de la salud (oms) (2019), Promoting proper feeding for infants and young children. Disponible en: https://www.who.int/nutrition/topics/infantfeeding/en/ . Consultado el 4 de octubre de 2019.

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* Marisol Luna / ** Rosario Cárdenas

* Flacso, sede México | <a href="mailto:msluna@flacso.edu.mx ">msluna@flacso.edu.mx </a> <br> ** Universidad Autónoma Metropolitana – Xochimilco | <a href="mailto:cardenas.rsr@gmail.com ">cardenas.rsr@gmail.com </a>